sábado, 11 de febrero de 2012

sueña...sueña...sueña...

Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar. Desprenderse de una realidad no es nada:
lo heróico es desprenderse de un sueño. Los sueños son sumamente importantes.
Nada se hace sin que antes se imagine.
Pobre no es el hombre cuyos sueños no se han realizado, sino aquel que no sueña .
Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche
Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.
 El sueño y la esperanza son los dos calmantes que la naturaleza concede al hombre.
Sea lo que sea que puedas o sueñes que puedas, comiénzalo. Atrevimiento posee genio, poder y magia.
 Comiénzalo ahora. Yo he vivido porque he soñado mucho. La esperanza es el sueño del hombre despierto .
Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando.
Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas.
Mi placer de crear era ilimitado.
El talento productivo no me abandonó ni un instante durante algunos años; lo que se me ocurría durante el día
y en estado de vela, se iba a menudo elaborando de noche, en ordenados sueños. 
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente.
¿Qué es la vida si no un sueño? Confiad en los sueños porque en ellos se esconde la puerta de la eternidad.
El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo.
El segundo síntoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas.
El tercer síntoma de la muerte de nuestros sueños es la paz.
 La vida pasa a ser una tarde de domingo, sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que
queremos dar. Pero, en verdad, en lo íntimo de nuestro corazón, sabemos que lo que ocurrió fue que
renunciamos a luchar por nuestros sueños. Todo lo que vemos desfilar ante nuestros ojos, todo lo que
imaginamos, no es sino un sueño dentro de otro sueño,
Es un remedio (el sueño) que se obtiene sin nada a cambio, sin médicos ni brujería.
Hago mis planes con los sueños de mis soldados dormidos. El sueño es un arte poético involuntario.
Solo tan alto a donde alcanzo puedo crecer, solo tan lejos a donde exploro puedo llegar,
solo en la profundidad en la que miro puedo ver, solo en la medida en la que sueño puedo ser.
Un sueño es una escritura y muchas escrituras no son más que sueños.
Somos un poco más nosotros mismos durante el sueño. Porque donde uno piensa, otro sueña.
 El sueño no es más que una muerte breve; y la muerte sólo un sueño prolongado.

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